LEY DE ALQUILERES: NO ES UN DEBATE, ES UNA NEGOCIACIÓN.

12/05/2022

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LEY DE ALQUILERES: NO ES UN DEBATE, ES UNA NEGOCIACIÓN.

Tanto el sector privado como los gobiernos locales y provinciales deben tomar conciencia de la necesidad de resolver el problema. 


“Debatir siempre es bueno, pero si existe una puja de intereses desde cada lugar o sector, entonces no se trata de un debate sino de una negociación”, plantea Diego Baidon, director ejecutivo (CEO) de Alucerto, empresa cordobesa orientada a transformar la experiencia de alquilar en algo positivo.


Desde esa premisa, el especialista apunta que cuando alguien habla de debate en el tema alquileres en realidad está jugando sus cartas.


“Hemos encontrado el origen de toda la complicación sobre la Ley de Alquileres: no se exponen los intereses de cada sector, sólo se ‘debaten’ soluciones, sin ver los problemas reales. Ahí viene el segundo problema. En un tablero ideal, debería haber dos partes: quién alquila y quién da en alquiler y/o sus representantes. ¿Qué sucede aquí? ¿Cuántas partes hay? Unos van por la seguridad, otros por lo económico, otros por la recaudación y otros no saben, pero por las dudas están en desacuerdo con el resto. La lectura inicial debería ser que, si el problema es la falta de alquileres, sería sólo un problema para inquilinos. Pero no, porque también se presenta como problema para los distintos jugadores del sector: perjudica el trabajo de las inmobiliarias, el desarrollador no encuentra inversores, el constructor no trabaja, el Estado no recauda según su plan, los inquilinos agrupados se desagrupan, los propietarios tienen desocupados los inmuebles y deben buscar nuevos resguardos, la ciudad se pone más gris y el clima de las relaciones en el sector es cada vez más preocupante”, enumera Baidon.


PUNTO DE VISTA


A partir de la obligatoriedad de inscribir en la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) los contratos, gran cantidad de propiedades salieron de alquiler por la desconfianza que eso genera. Según el directivo, esa es la principal causa del problema.


“Repetimos para que sea notorio: los propietarios no confían en que el fisco sea justo, y tienen motivos. Todos los demás temores que había con la Ley se fueron disipando con el primer índice de aumento. Antes de eso, los contratos de vivienda aumentaban un 35 por ciento anual, como mucho. Escuchamos mucho hablar de rentabilidad como el factor preocupante, pero hablemos seriamente: las propiedades no valen lo mismo que hace dos años, cuando tampoco la rentabilidad acompañaba, porque esos valores están en conflicto desde 2018. Entonces, no es un problema real para la falta de alquileres. El mercado ya sabía eso y continuaba apostando”, explica Baidon.


Al igual que otros referentes consultados por Clasificados La Voz, la mirada de Baidon traza el siguiente escenario: “Hoy, los inversores se van, los desarrolladores se van, los constructores pierden trabajo y sus empleados empleo, el mercado de alquiler fuera de la ley crece, las propiedades salen de alquiler y están en venta a precios ridículos, las inmobiliarias cierran y se pierde más empleo. En esta negociación hay pocos conscientes de lo que pasa, y son menos aún los interesados en solucionar el problema a costa de renunciar a sus intereses”.


Fuente: Clasificados La Voz